Este fin de semana hemos hecho un arroz con pollo y una tortilla de patatas para la gente de la oficina. Hemos preguntado dónde podemos comprar pollo y nos han señalado las gallinas a nuestro alrededor. Les hemos tenido que decir que lo queríamos ya muerto y a ser posible sin plumas.

Pedimos a nuestra cocinera que comprara el pollo y que lo preparara. Así que al rato aparece en casa con el bicho vivo y cacareando... Nosotros acostumbrados a un pollo limpio y troceado en su bandejita...

Al rato volvimos a la cocina y estaba el bicho muerto y sin plumas pero entero, y la cocinera se había ido. A David le tocó hacer de carnicero con un cuchillito de pelar patatas. Y lo que parecía un pollo enorme se quedó en un pollito portugués de ná. Echamos todo al arroz y como aquí se comen hasta los huesos no hubo que tirar nada a la basura, por lo menos sabemos que el pollo era de campo de verdad. Les encantó la tortilla de patatas y nos han pedido que les enseñemos a cocinarla.

Por fin hemos podido salir SOLOS de Fundong, ppuufff... lo estábamos deseando! debe ser que al no haber blancos en la zona somos una especie de atracción y no nos dejan sólos ni para ir al baño.
Pues bien, a la vuelta y como es costumbre, el taxi se ha llenado de personas, en concreto íbamos los ocho que permite la policía en su peculiar control de seguridad (creo que en Camerún control de seguridad significa; "hay que darle pasta al madero", pasta que paga siempre el taxista), peeeeero parece ser que la policía a partir de las 18:00 no "curra" así que, ¿cual ha sido nuestra sorpresa?, íbamos tranquílamente respirando el habitual olor a sudor y a humos de combustión, cuando se para el coche y nosotros pensando que el honrado taxista iba a comprar los plátanos que llevaba un chico y lo que hace es abrir el maletero y adivinad... pues sí, se mete el chico en el maletero con la puerta abierta... jejeje! no podíamos contener la risa joder!!.
Pues la cosa no acaba aquí, unos metros más adelante aparecen otros dos chavales... y vuelve a parar y se meten en el maletero!!... jajaja me rio yo del record guinness ese!! si se lo proponen en Camerún arrasan!!.

Me hubiera encantado tener la cámara a mano para poder hacer una foto y enseñároslo... era de cachondeo!

Estamos acostumbrados a muchas facilidades a las que no nos damos cuenta hasta que pasas una temporada viviendo en un lugar donde lo más básico es dificil de conseguir.
Es curioso observar como es posible que no puedas encontrar en ningún sitio cosas como escobas, fregonas, productos de limpieza o incluso de higiene personal y sin embargo ver a toda la gente con un teléfono móvil en la mano.
Hemos olvidado en casa nuestro gel y champú así que nos tenemos que asear con un jabón que se utiliza para todo; fregar los platos y lavarse uno mismo, pues el suelo se lava con agua y punto.
Para encontrar algo específico tienes que desplazarte a la capital o esperar a que alguien vaya para allá... ahora entendemos por qué nos pasamos las 14 horas del viaje hasta Fundong con una escoba que había encargado uno de los voluntarios a nuestro amigo Enoch.

Mi amigo Sergio me dijo que no nos limitásemos a contar sólo lo bueno. Pues bien, aquí necesito una botella de 5l de lejía y ponerme a fregar bien. Necesito comer queso, y untar un pedazo de pan en la yema de un huevo frito, aquí ni hay pan ni hay queso. Y por supuesto, necesitamos una cerveza FRÍA! Hombre, ya puestos, con un pinchito al lado.
También me gustaría que no hubiera arañas asesinas en la casa. Me daría igual si fueran sólo grandes pero son grandes y además se mueven muy rápido (... si vieráis el lagarto que se encontró Dan en la maleta...).

Por todo esto esperamos que brindeis a nuestra salud con una cañita y su tapita correspondiente... mmmmm.

Fidelia nos ha invitado a su casa a cenar, realmente no sabíamos que nos esperaba, ha sido una de las mejores experiencias que hemos tenido hasta ahora en Camerún.
Tras una mañana lluviosa aparece en casa Ngai quien nos guia hacia la casa de su madre, el camino hacia la casa resulta, mas que un paseo por las calles del pueblo, 45 minutos de trekking a través de un precioso paisaje tropical rodeados de altas y verdes montañas y plataneras.
Llegamos a casa de Fidelia, es como si estuvieramos en uno de esos documentales de National Geografic, el "compound" se divide en dos chozas, una dedicada a la cocina y otra en la que duermen Fidelia y sus hijas, pues los hermanos varones viven solos.
Nos estaba preparando la comida que se cocina en bodas KOM, Fufú y Kati-Kati, que por supuesto hemos comido con las manos, ha sido una experiencia fascinante ademas de todo un honor recibir una comida que solo pueden comer en celebraciones.

El fufú lo comen todos los días pues es altamente calórico (nos dejó el estómago "petao" hasta el día siguiente), se trata de una masa cocinada durante mucho tiempo al fuego de leña a base de maiz, (ahora entendemos porqué todas las casas tienen su propia cosecha) y el Kati-Kati es un guiso de verduras y tomate al que se le echa pollo en ocasies especiales.
Nos hemos quedado flipados al ver como comían... no han dejado ni los huesos del pollo, teníais que ver a las niñas pequeñas con el palo del muslo chupándolo como si fuera un chupa-chups!.

Lo mas divertido del día ha sido la vuelta a casa, le hemos dejado la cámara a Ngai y nos íbamos haciendo fotos con quien se cruzaba por el camino, los niños venían detras de nosotros corriendo para hacerse fotos, en sus ropas llenas de barro y juguetes caseros mientras gritaban ulebangne, ulebangne!! (hombre blanco).

Para que tengáis una idea sobre los precios que estamos pagando por aquí:

En la tienda:

1.5l botella agua 0.60€

1kg arroz 0.60€

1kg pescado seco 1.20€

500gr pasta 0.75€

1 piña 0.30€

1 papaya 0.20€

1 kg carne de vaca 2.57€


En un restaurante:

Un plato de arroz con un poco de carne 0.40€

Fufu y Jamma Jamma (pasta de máiz con un tipo de verdura de hojas) 0.40€

Botella 650ml cerveza 0.60€

Otros:

Una hora de internet 0.60€
Trayecto de 20 minutos en taxi 0.90€
Un paquete de folios A4 3.95€
Un ordenador básico de 2ª mano 495€

Hoy ha sido un día de relax. Por fin dormimos hasta tarde... hasta las 9am! Hemos podido hacer cosas en casa, y sin prisas, pasar por la oficina.

Hemos recibido una agradable sorpresa, han venido ha visitarnos Richard, otro de los voluntarios de Berudep, un ingeniero neozelandés que se encuentra en Belo esponsorizando un horfanato y su novia francesa de Médicos Sin Fronteras que está trabajando en Yaoundé.

Ngai, uno de los hijos de la coordinadora de nuestra oficina nos ha llevado al salto de agua del pueblo, cuando ves estas cosas de cerca te das cuenta de la magnitud de nuestro planeta, y eso que era uno de las mas pequeños que podíamos ver en la zona, estamos deseando hacer un treking por Mbingo Hills.

Mas tarde nos hemos tomado nuestra primera cerveza en Camerún, en una terraza de un bar del pueblo... joder que bién, nos ha sabido a gloria aunque estuviera caliente!
Sí, por fin una cerveza, pero no hay frigoríficos así que cerveza al tiempo. Sólo venden botellas enormes y todos están sentados con su Castle Beer de 650 ml, cuesta unos 0.60€ la botella.
Estuvimos un buen rato hablando con Ngai sobre muchas cosas, se ha quedado flipado cuando le hemos dicho que en europa la gente pasa horas tendida al sol con el fin de ponerse morena! Y cuando le contamos lo de los salones de rayos uva...pensaba que no íbamos en serio.

Los Kom

En Camerún hay dos tipos de gobierno; el gobierno político, que es democrático, y el tribal, gobernado por un líder espiritual.

En el primero,, el país se divide en gobierno central, divisiones o regiones y subdivisiones, temporalmente se someten a elecciones para elegir a los diferentes presidentes de cada división y del gobierno central.
En nuestro caso nos encontramos en Boyo Division, en la subdivision de Fundong (región noroeste).
El segundo divide al país en territorios ocupados por las diferentes tribus o etnias. Todas las tribus tienen su propio idioma y cultura, imaginaos la riqueza cultural del país, existen más de 200 etnias!

Nos encontramos en territorio "Kom", la tierra de los Kom comprende las montañas del noroeste de la provincia, su medio de subsistencia son pequeñas granjas, y están regidos por el jefe de la tribu o "Fon", sus delegados y los ancianos. El gobierno y la policía controlan los problemas nacionales y los Fon los problemas tribales (la semana que viene tenemos que ir a ver al Fon y llevarle una ofrenda...).

Según las reglas Kom, el cabeza de familia es el hombre y puede tener tantas mujeres como pueda mantener, tiene que construir una casa para cada una y su prole, siendo las mujeres encargadas de la granja, que es la que les da de comer, y el hombre el encargado de vender el resto de la producción para conseguir dinero.

Los Kom dan mucha importancia al respeto hacia el prójimo y sobre todo a los mayores, ahí van unos ejemplos de reglas que nos hemos tenido que aprender:

- Nunca cruzar las piernas cuando estás sentado delante de otros, en especial delante de los mayores. Esto puede resultar una faalta de respeto importante.
- No oler la comida que te ofrecen, pueden entender que no confías en ellos.
- Hay que mostrar mucho respeto a los mayores, por ejemplo, al saludar siempre hay que esperar a que la iniciativa sea del anciano, cuando el te ofrezca su mano entonces puedes estrechársela y por supuesto dejarles hablar y nunca interrumpir cuando son ellos los que hablan.

La más dificil de recordar es la de no cruzar las piernas.

Dia de trabajo intensivo. A primera hora hemos conocido al primer grupo de viudas que viene una vez a la semana para recibir charlas sobre la salud. Son mujeres muy graciosas, cuando les soltamos alguna palabra en su idioma, Kom, se parten de risa.
Después hemos conseguido dar luz al aula de las viudas y los huérfanos. Hemos tenido que organizar el espacio que tienen para habilitar una mesa de trabajo y he hecho a la encargada tirar papeles que tenía amontonados desde el 98. Muchas ganas de trabajar no tenía ya que después de media hora venía diciendo que lo terminaría el lunes... Recuerdos a España!!! (comentario de dan). Más o menos empieza a parecer una zona de trabajo.

David lleva ya una semana sin tomar una cerveza!! Pero hoy terminamos una de las dos botellas de White Label que hemos traído (era mi cumpleaños - comentario de David).

En el ciber escribimos un correo cuando se va de nuevo la luz, así que, a partiir de ahora prepararemos las entradas y correos en casa a la luz de las velas para luego mandarlos. Ver fotos.

Hoy hemos conocido a los niños huérfanos a los cuales daremos clases y actividades. Madre mía, allí están, en su ropa 4 tallas más grandes y sucia, lápiz y cuadernos en mano y con una sonrisa enorme. Sin palabras.

Llevamos ya más de 30 horas de viaje y todavía no hemos llegado!

Douala, calor y humedad sofocante. Enoch estaba allí esperándonos. Autobús durante 7 horas (Douala-Bamenda 250km, imaginad el camino!), más que autobuses parecen mercados ambulantes. Nos intentaron vender de todo; bananas, jabón, linternas, fruta y hasta pinchos morunos a través de las ventanas y subiendo cada vez que paraba a dejar o recoger a alguien. Ya no sentimos el culo después de tanto tiempo sentados sobre una silla de madera. Una niña pasa las 7 horas tocándonos el pelo. Todo muy bién pero estamos agotados.

Hemos pasado la noche en un “rest house” donde duermen otros voluntarios, la gente nos comienza a advertir de lo duro que puede llegar a resultar Camerún.
Así es, nueva experiencia el “corto” viaje hasta llegar a Fundong. Tras esperar unos 50 minutos con el habitual mercado de objetos inesperados a través de la ventanilla y mientras se llenaba el taxi, y lo digo literalmente sí, pues en el taxi hemos cogido 7 personas; Dan y yo, el taxista, nuestro guía y salvador Enoch, un chico con su compra de pan y mochila, una abuelita a la que todos llamaban má con su cubo lleno de plátanos, un ejecutivo en traje de chaqueta y corbata, y nuestro equipaje (4 maletas y dos mochilas sobre nuestras piernas), por fin hemos llegado a Fundong tras 2 horas de viaje entre baches en los que pensábamos que nos dejábamos el carter del coche.

Hemos pasado la mañana saludando al grupo de Berudep con quienes trabajaremos, aquí no hay prisas por empezar a trabajar.
Os dejamos con unas fotos de nuestra casa- un hornillo de gas, agua fría y cortes de luz a partir de anochecer, o sea, cuando es necesaria, pero con una cocinera fantástica.

Llevamos ya más de 30 horas de viaje y todavía no hemos llegado!
Douala, calor y humedad sofocante. Enoch estaba allí esperándonos. Autobús durante 7 horas (Douala-Bamenda 250km, imaginad el camino!), más que autobuses parecen mercados ambulantes. Nos intentaron vender de todo; bananas, jabón, linternas, fruta y hasta pinchos morunos a través de las ventanas y subiendo cada vez que paraba a dejar o recoger a alguien. Ya no sentimos el culo después de tanto tiempo sentados sobre una silla de madera. Una niña pasa las 7 horas tocándonos el pelo. Todo muy bién pero estamos agotados.