15:24 |
Es cierto todo lo que se dice sobre África.
Un cesto en la cabeza cargado de plátanos, piñas o cocoyams, el agua para el té hirviendo y revosando por el borde de la cazuela reclamando a gritos a alguien que apague el fuego, un niño masticando caña de azucar, inocente con su machete casi mas grande que el en la mano mientras otro se divierte chapoteando en el barro, el vendedor que duerme recostado sobre sus brazos, el ritmo del caminar de la gente y su sonrisa. Son estas cosas las que lo hacen tan especial.
Ayer nos despedimos del grupo de viudas, se nos hizo un nudo en la garganta cuando nos cantaban su canción de despedida. Sin duda volveremos, África engancha.
Un cesto en la cabeza cargado de plátanos, piñas o cocoyams, el agua para el té hirviendo y revosando por el borde de la cazuela reclamando a gritos a alguien que apague el fuego, un niño masticando caña de azucar, inocente con su machete casi mas grande que el en la mano mientras otro se divierte chapoteando en el barro, el vendedor que duerme recostado sobre sus brazos, el ritmo del caminar de la gente y su sonrisa. Son estas cosas las que lo hacen tan especial.
Ayer nos despedimos del grupo de viudas, se nos hizo un nudo en la garganta cuando nos cantaban su canción de despedida. Sin duda volveremos, África engancha.
0 comentarios: