Retomamos el viaje tras nuestra estancia en el sur de la India. Nuestro paso por Tiruchuli no nos ha dejado indiferentes, la experiencia de convivir con la gente de la India remota y compartir su dia a dia ha sido magnifica.

Ponemos rumbo norte, por delante 38 horas de tren non stop para atravesar el inmenso país tras haber pasado otras 12 en el "sleeper train" que nos trajo hasta Chennai, antigua Madrás, la ciudad donde nació el abuelo de Dan y, probablemente, la ciudad mas sucia que jamás hemos pisado.

Queríamos dormir cerca de la estación de Egmore, desde donde partiremos hacia Varanasi (Benarés) así que nada mas llegar nos pusimos con la tarea de búsqueda de habitación "buena, bonita y barata".
Nuestro paseo por los alrededores de la estación nos dió la primera impresión de Chennai, suciedad, contaminación y descuido además de personas haciendo sus necesidades en la misma calle. El olor a orín es realmente desagradable, resulta muy dificil caminar por la ciudad sin taparte la nariz.
Además el día no salió precisamente bonito. Nubes negras presajiaban la lluvia que mas tarde dejó la metrópoli inpracticable. El agua se mezclaba con la orina y la basura acumulada en cada esquina. Caminábamos por la avenida de marina beach, la arenilla de playa, negra de polución y la nube de vapor formada por las gotas de agua al caer sobre las baldosas calientes de la avenida, daban a la ciudad un aspecto aun mas desagradable.
Chennai no nos iba a dejar de sorprender. Tras varias horas paseando e interaccionando con el caótico tráfico, autobuses urbanos y autorickshows de la urbe de cerca de 7 millones de habitantes llegamos a una avenida propia de cualquier ciudad moderna, grandes edificios de cristal y centros comerciales con tiendas de Apple, Samsung, Levi´s o Lacoste. Necesitábamos tomar algo fresco para calmar la sed y el bochornoso calor.
Subimos las escaleras de un complejo de bares y restaurantes en el que se encontraba "Zara". Tras un riguroso chequeo de vestimenta (¡no se podia entrar en chanclas!) con escaneo de metales incluido entramos en Zara... carteles de corridas de toros anunciaban que nos encontrabamos en un "bar de tapas"... jejeje!! toma ya!, dos y media de la tarde... lo justito, cervecita fresquita y tapa!! La carta estaba bastante conseguida, de hecho fuera de España es el único lugar donde las tapas se asemejaban a la realidad (al menos en el nomnbre) aunque no estubieran muy buenas y fuesen caras: Ensaladilla rusa, tortilla de patatas, calamares a la romana, alitas de pollo, croquetas de marisco... merecía la pena haber encontrado este lugar en... ¡el sur de India!


En un par de horas emprendemos nuestra aventura de 38 horas seguidas de tren para cubrir los 2.160 km que nos separan de Varanasi.

- No entry. Closed, closed. No alcohol. Goverment holidays. Closed, closed - Repetía el portero del Bar en un pésimo inglés.
Nos quedamos en la puerta con cara de pocos amigos viendo como la gente entraba sin preguntar y no se les prohibía el paso. No era normal, algo raro pasaba, ¿acaso está prohibida la entrada a los blancos o el problema es que me acompañaban Dan y Electra? Hize un nuevo intento por entrar haciendo entender que entraría solo, que las chicas se quedarían fuera esperándome. El idiota del segurata me puso la mano en el pecho impidiéndome entrar mientras con la otra daba paso a gente local.
- Está bien - nos dijimos, - Vámonos, está claro que no podemos entrar.
Nos apetecía treméndamente una cerveza o una copa de whiskey, era viernes noche y el día comenzó muy bien en las cataratas sagradas de Courtalam, nuestra primera parada antes de llegar a Kanyakumari, la punta sur de India, el Finisterre del subcontinente asiático.
- ¿Porqué no lo intentas tu solo? - me sugirieron Dan y Electra - Seguro que te dejan comprar algo, diles que únicamente quieres comprar unas cervezas para llevar al guest house -
Al acercarme de nuevo al callejón, iluminado únicamente por las luces de un neón intermitente, se me acercaron un par de personajillos que hablaban un aceptable inglés. - Hoy son vacaciones del gobierno, así que está prohibido vender alcohol. Pero si quieres te lo compramos -
- "Vaya, como siempre, blanco=dinero" - pensé. Y así era, me pedian una barbaridad de dinero por un par de cervezas. Con el rabillo del ojo ví como la puerta del bar se abría desde dentro mientras el portero charlaba de espaldas a la entrada. - "Esta es la mía" - pensé, así que me apresuré hacia la puerta y cuando estaba a punto de entrar aprovechando el descuido del gorila, se dió la vuelta y me vió,- "¡mierda!" - se acercó rápidamente hacia mí... pero esta vez me sonrió y muy amablemente me abrió la puerta... uuffff!!! por los pelos.
El Bar era una sala alargada y muy estrecha, con el techo bajo, oscuro y cargado del humo de los bidis (cigarrillos indios enrrollados en hoja de tabaco) que fumaban los inumerables hombres borrachos que abarrotaban la sala.
Parecia un fumadero de opio de esos que salían en la serie de Kung-Fú, o al menos a eso me recordó y yo me veía como David Carradine con su sombrero acercándome a la barra del Bar.
Me agarraban de los brazos para que me sentara con ellos mientras me ofrecían chupitos de brandy y cigarrillos. Al fin conseguí comprar, una botella de 350 ml de un ron blanco que nos supo a gloria mientras escuchamos en la habitación del "hotel" la música de nuestro ipod.

La verdad es que comprar alcohol en la zona en la que nos encontramos de la India resulta a veces muy complicado además de una auténtica aventura. Ellos te dicen que no beben alcohol por la religión o que sé yo, pero en realidad a escondidas estan todos aquellos que te dijeron que no bebian borrachos como cubas intentando comprar en los wine shops. Represión es lo que se percibe en sus miradas. Su cultura es la que les prohíbe hacer aquello que están deseando hacer y al final se convierte en un problema. Tamil Nadu es uno de los estados con mayores casos de alcoholismo de la India.

Pongal es la palabra que los indios utilizan para nombrar al año nuevo Tamil. Se celebra los días 14, 15, 16 y 17 de enero pero el día cumbre es el 15 cuando la gente se levanta con la resaca del dia anterior para degustar el típico "pongal" desayuno cocinado con caña de azucar que se acerca mucho a nuestro arroz con leche y cuyo postre es, valga la
redundancia... caña de azucar, "a palo seco"... vaya empacho de azucar!


La noche del día 15 estábamos invitados a la gran fiesta que se celebraba en la ciudad de Virundanagar. Lo que no sabíamos era la magnitud del acontecimiento. Una gran alfombra roja flanqueada por artísticos Koolam (dibujos de polvo de colores) nos recibia como si de estrellas de Holliwood se tratara. Con cara de asombro y extrañados nos dirigimos hacia la entrada en la que un rótulo anunciaba la entrada de la gente V.V.I.P. Si, si... V.V.I.P, yo pensaba que solo existía gente V.I.P, pues no, nosotros éramos "Very, very important people"... ¡jejeje!


Por la misma puerta que nosotros entraban las personalidades mas importantes del estado, la gobernadora, sentada justo delante de nosotros, y otros famosillos de la zona. El acto, dirigido por un popular presentador, estuvo amenizado por mas de tres horas de música y bailes tradicionales donde además participaban las niñas del colegio de ODAM, culminando con fuegos artificiales que nos perdimos... el cansancio nos pudo.


El día fué de los mas extraño que nos había pasado en la India, cosa que no nos resultó rara pues nunca sabes lo que te va a ocurrir en este pais. Tras el desayuno de Pongal al que fuimos invitados nos personamos en la oficina a trabajar un ratillo cuando el fundador de ODAM, muy insistente, nos metió en el coche de la organización para recorrer los escasos 150 metros que separan la oficina del lugar donde se entregaban los premios a los ganadores de los diferentes concursos, Koolam, carreras de cuchara con huevo, lo habitual de fiestas de barrio. Allí nos esperaban fotógrafos, el alcalde y otras personas que debian ser importantes por la vestimenta. De nuevo nos tuvimos que tomar el Pongal sobre hoja de platanera. Estábamos realmente confusos, los fotógrafos no dejaban de hacernos fotos tomando el Pongal y poniéndonos las típicas cenizas en la frente. Tras el protocolo nos vimos entregando los premios a los ganadores... vaya tela!, os podeis imaginar la cara de circunstancia cuando entregábamos el trofeo, aguantándolo para la foto y fingiendo una incómoda sonrisa.
El caso es que no es la primera vez que nos ocurre algo similar, otra vez estuvimos cumpliendo con el protocolo de "blancos en la foto" poniendo cara de interesados mientras nos hacíamos los interesados por las obras de Koolam... En fin, ¡esto es India!

No nos cabe la menor duda de que éste es el país de los vegetarianos. El sur de la India significa arroz. Dosai e idli (cocinados a base de arroz) sus desayunos por excelencia y por supuesto su acompañamiento currys de verdura. Inmensos campos de arroz forman el paisaje y justifican la base de la cocina del estado de Tamil Nadu.

Extraño seria encontrarse en España carteles que anunciaran que nos encontramos en un restaurante "no vegetariano" y que puedes comer pollo o cordero además de los siempre presentes platos vegetarianos. Ésto al principio está muy bien pero cuando llevas cerca de dos meses comiendo verduras, el cuerpo comienza a pedirte carne. Mas si tenemos en cuenta que procedemos de la tierra del cerdo ibérico y el jamón.
Cuando pensamos en las raciones de secreto que nos cansaron en mas de un bar de tapas comenzamos a segregar saliva (gluup!...trago de carnívoro hambriento) como si fueramos un grifo abierto. No quiero imaginar un chuletón con su hueso... rojo en el centro... gritando cuando pinchas el tenedor... mis instintos de animal depredador comienzan a despertar como si fuera primitivo. Por la calle de éste pueblo pululan numerosos cerdos, que ¡vaya casualidad!, son morenitos y recuerdan a nuestro querido cerdo de patita negra. Cuando los observo caminar lo que veo son dos jamones y dos paletitas soportando un cochinillo al horno moviendo sus cachitas con una manzanita en la boca...

Mejor voy a dejar de escribir estas lineas antes de que tire el ordenador por la ventana y salga a cometer un crimen. Me voy a cenar... nuestro habitual y sabroso puri con verduras.

Otra noche mas en vela y no preciamente por haber salido de fiesta.
Son las cuatro de la mañana y los altavoces del templo de Thiruchuli gritan, de nuevo como cada noche, desde mas de 500 metros de distancia música tradiconal hindú. Dicen que es cultura de Tamil Nadu, pero no me lo creo. El ruido en India es ensordecedor, camiones, autobuses, coches, motocicletas se cruzan por las calles y carreteras haciendo sonar con todas sus fuerzas la bocina. Algunas con sonidos de feria... TIRORIRORIIIIIIIIIII!!!!... Otras amplificadas BIIIIIIIIIIIIIII!!!!.... BOOOOOOOOOOOOOOO!!!!... AUUUUUUUUUAAAAAA!!!!, y todas mezclandose con el aporreo de tambores de los incansables percusionistas de las multiples procesiones que se ven a diario, la musica de los templos y los gritos de vendedores y charlatanes intentando convencer a su publico de lo milagroso que es el producto que tienen entre manos.

Dan pensaba que España es ruidosa... JA!, me rio yo de España y su ruido. La mejor fiesta en España no supera los vatios que instalan en cualquier templo por pequeño que sea. Reíamos por no llorar en el discobus de Camerún pero esto de verdad que es demasiado, divertido en ocasiones, estresante otras muchas, ensordecedor siempre. Os dejo un video grabado desde lo alto de Trichy, la ciudad donde pasamos nuestra última noche del año 2009 desvelados... (esta vez por las copas y la fiesta) donde se aprecia la ruidosa y bulliciosa India.

Llevamos ya mas de 10 días en Turichuli, el pueblo donde ODAM (ONG con la que colaboraremos durante nuestra estancia en Tamil Nadu) tiene su oficina principal, y ya nos hemos acostumbrado al estilo de vida del sur de India. Comer todos los días sin cubiertos, hacer jornadas laborales enormes con sus sagrados descansos cada hora para tomar un "Chai" y saludar a todo el mundo que se acerca a darte la mano.Hemos comenzado a realizar ensayos con el jabón que están intentando fabricar. Éste jabón al contrario que el que hicimos en Camerún es resultado del intento de utilizar la glicerina, residuo de la fabricación de Biodiesel.


Se trata de intentar fabricar un jabón de calidad para ver si es posible de comercializar en Europa. El jabón, una vez que se dé con la receta final se fabricará (si la exportación tiene éxito, tarea que está investigando Dan) de manera artesanal por grupos de mujeres desfavorecidas por la explotación laboral.

También estamos ensayando con la fabricación de "briquetas". En la zona se introdujo con el objetivo de evitar la deforestación una planta mejicana que se desarrolla de manera excepcional en climas como el que tiene la región, con suelos muy pobres en los que es muy dificil la agricultura, convirtiendose en una auténtica plaga. El beneficio que se ha obtenido de la planta es la fabricación de carbón, de manera que la mayoría de la población de aqui vive de ésta industria.
Las briquetas son unos bloques con orificios fabricados mediante el prensado de carbón molido. La ventaja de este bloque es que su combustión no produce humos lo que lo hace muy adecuado para el uso en las cocinas de las casas y así intentar sustituirlo por las actuales de leña.


El problema que nos hemos encontrado es que tarda mucho en llegar encenderse, unos 10 minutos por lo que requiere para el encendido algún otro combustible. La semana que viene vamos a realizar otro ensayo con algún aditivo que se nos ocurra que favorezca la combustión... a priori se nos ha ocurrido utilizar pólvora al estilo de los carboncitos autocombustibles de las Shishas (pipas de agua árabes)... a ver que ocurre!


Por otro lado, en la zona es muy habitual la explotación laboral infantil. El problema reside en que las familias mas desfavorecidas envían a trabajar a sus hijos (comienzan entre los 6-7 años a trabajar!!) para conseguir ingresos extras. ODAM ha puesto en marcha un colegio/residencia en el que hay unos 100 niños a los que se les dá educación y todo lo necesario, comida y ropa.
El caso es que se les queda pequeño, tienen dos clases/dormitorio en las que van a clase y duermen. Necesitan fondos pero no tienen proyecto así que nos hemos puesto manos a la obra a ver que se puede hacer, de momento estoy trabajando en el diseño.
Como podreis ver aburrirnos, lo que se dice aburrirnos... no nos vamos a aburrir.

Nos encontramos realmente felices. Experimentando sensaciones extraordinarias. La sensación de libertad es abrumadora. Hacer simplemente lo que te apetece, comer cuando tienes hambre, dormir cuando tienes sueño, no mirar el reloj porque, aunque a veces parezca necesario por la única razón de que si no llegas a la hora pierdes el tren o el autobús, no lo necesitamos. Si perdemos el autobus o el tren, ya cojeremos otro, igual es porque teníamos que perderlo para viajar a otro sitio mejor o para conocer a alguien que nos encontraremos por el camino.
La relajación y paz interior es fuera de lo normal. Levantarte por la mañana, incluso a veces con el canto del gallo y sentarte a la puerta de tu habitación a leer un libro o simplemente a observar a la gente hacer su vida rutinaria... simplemete maravilloso.

Aconsejamos a todo el que lea estas lineas a, que si tiene la necesidad de experimentar estas sensaciones simplemente haga lo que se le pase por el cerebro. Que haga lo que siempre ha soñado. Querer es poder dicen. Esto no lo hemos inventado nosotros, es sabio y real. Nosotros quisimos realizar nuestro sueño y lo estamos consiguiendo, lo único necesario para cumplirlo es desearlo con todo tu alma, es quererlo de verdad.