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Cojimos nuestro equipaje, la mochila tecnológica y la que nos regalaron Edu y Ana para poner rumbo al parque marino de Koh Tarutao. Juanfran, guia con patas de Tailandia, me comentó que podria ser de los mejores lugares del pais de la sonrisa y creo que estaba en lo cierto.
Nos levantamos a las 5:00 de la mañana para cojer el speedboat que salía desde el "pier" de Koh Phayam. La moto que alquilamos nos llevaba entre los baches del camino con su cesta cargada y Dan luchaba para no perder su mochila mientras, yo conduciendo sujetaba entre mis rodillas la mía.
Esta vez el autobus iba vacío de turistas extranjeros, el olor a noodles soup lo confirmaba. Aunque no entendemos muy bién el porqué pues nos dirijíamos a uno de los destinos de luna de miel mas populares del mundo para pasar un par de dias antes de continuar el viaje a Koh Tarutao. Llevábamos 6 horas de viaje y por fin llegamos a Krabi. Al día siguiente Owen, como se hacia llamar el capitan del Longtail, seguidor del Chelsea y apostador nato, nos esperaba para acercarnos hasta Ray Lei. Una playa embarrizada, de color marrón y atestada de resorts nos desilusionaba a medida que nos acercábamos hasta ella. "¿Esto es Ray Lei Beach? ¿Como es posible que este lugar sea destino de lujo?" nos preguntabamos antes de desembarcar.
Nos levantamos a las 5:00 de la mañana para cojer el speedboat que salía desde el "pier" de Koh Phayam. La moto que alquilamos nos llevaba entre los baches del camino con su cesta cargada y Dan luchaba para no perder su mochila mientras, yo conduciendo sujetaba entre mis rodillas la mía.
Esta vez el autobus iba vacío de turistas extranjeros, el olor a noodles soup lo confirmaba. Aunque no entendemos muy bién el porqué pues nos dirijíamos a uno de los destinos de luna de miel mas populares del mundo para pasar un par de dias antes de continuar el viaje a Koh Tarutao. Llevábamos 6 horas de viaje y por fin llegamos a Krabi. Al día siguiente Owen, como se hacia llamar el capitan del Longtail, seguidor del Chelsea y apostador nato, nos esperaba para acercarnos hasta Ray Lei. Una playa embarrizada, de color marrón y atestada de resorts nos desilusionaba a medida que nos acercábamos hasta ella. "¿Esto es Ray Lei Beach? ¿Como es posible que este lugar sea destino de lujo?" nos preguntabamos antes de desembarcar.
-¿Como llegamos hasta Ao Tonsai?- preguntamos a nuestro capitán.
-Podeis cruzar caminando ahora que la marea está baja y así ahorraros 40 baths por persona que os cobran por cruzaros hasta la playa, que está a menos de 50 metros.
Podríamos haber cojido el taxiboat pero idiotas de nosotros se nos ocurrió cruzar andando por ahorrarnos un par de euros. Piedras afiladas, olas golpeando las rocas, nuestro cansancio y las mochilas a nuestra espalda nos hicieron arrepentirnos por unos momentos de nuestra elección de parar en la playa de los resorts únicamente porque teníamos que verla. Sin embargo, Ao Tonsai nos guardaba la sorpresa de los viajes, la meca de los escaladores nos mostraba su cara amable, gente simpática, rastafaris y mochileros nos daban la bienvenida a un lugar resguardado de los resorts de cinco estrellas, refugiado por la jungla y las enormes paredes de roca caliza que hacen de Ao Tonsai un lugar interesante.
Nuestra estancia en la zona nos dió mucho juego; en busca de la laguna interior escalando por paredes verticales y atravesando la espesa jungla y el ambiente fenomenal en el que descansamos antes de reiniciar nuestra aventura hasta la isla de Koh Lipe, lugar donde nos encontramos y en el que podríamos quedarnos para siempre de no ser porque pensamos que el mundo es inmenso y merece la pena conocer cualquier rincón que nos ofrece.
Ray Lai desde la montanha camino de la laguna
Playa de Ton Sai
Dan en Ray Lai West Beach
David en Ray Lai
Escaladores en Ao Ton Sai
Esperando el turno
Laguna interior de agua salada
En busca de la laguna
1 comentarios:
Se me antoja mucho. Recuerdo mis tiempos de mochilero. Eso si era llevar un Bolso con Estilo... aunque aveces no habia mucho que llevar jaja