Paseando por Mandalay se nos hicieron casi las tres de la tarde observando el panorama de gentes desarrollando sus vidas diarias, sin turistas por las calles únicamente un blanquito y una mulata con cara de nepalí (como por aqui le dicen) a los que para a saludar sin pensar. En un día caluroso y seco propio de un 5 de agosto extremeño, cuando el viento del norte de áfrica deja calima en el sur de la península y los telediarios anuncian ola de calor, el cielo de color grisaceo, como los días mas calurosos de Badajoz, con el termómetro sobrepasando los 40 grados, cuando de repente... tatachaaaaaaán!!! cervecería... con cañero!!!, el primero que vemos desde que salimos de España... Esta es la nuestra, cañita de sábado.
Cual fue nuestra sorpresa cuando miramos alrededor, el bar estaba lleno de gente bebiendo cerveza y... comiendo de platitos tipo tapa... ¿como?... si, ¡en Birmania también tienen tapas!, se acercó el camarero con dos PGB congelados de cerveza bien tirá, con su dedo de espuma y un platito para cada uno de un caldito parecido al consomé y otro de cacahuetes... ¡toma ya! ¡jejejeje!, que subidón de adrenalina nos dió.
Así pasó nuestra tarde de sábado, y como podreis imaginar acabamos con la mesa sin espacio para una jarrita de cerveza mas.
Es curioso como en un pais tan lejano a España estamos encontrando tantas semejanzas siendo un pais tan diferente.
¡Os dejamos hasta la próxima que nos vamos a tomar unas cañas!