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- ¿Man falang?
- Bo... bó- Where?...
Comenzábamos nuestra aventura en busca de patatas (man falang en lao). Mr Póh nos había invitado a una cena tradicional con su familia y nosotros le prometimos cocinar algo español. De nuevo nuestra tortilla de patatas... nos aseguraba el éxito pues ha gustado en todos los lugares del mundo donde la hemos cocinado, además de ser de las pocas cosas que se pueden encontrar en todas partes, patatas y huevos. Facil y delicioso... ¿facil?, eso nos parecía pero teníamos un hándicap, cocina tradicional de leña (parecida a la africana) y a modo de sartén un enorme wok. Habíamos cantado victoria demasiado pronto, pensabamos que encontrar patatas iba a ser tarea facil.
Recorrimos tres diferentes pueblos en busca de las malditas patatas pero parece ser que ese día las habían vendido todas. No podíamos volver sin patatas así que nos introdujimos en lo mas profundo de una población cercana a Tad ló, la gente sorprendida y feliz de vernos nos invitaba a lao lao que nos alegraba nuestra búsqueda de las man falang. Al fin, en un puestecito diminuto del "tat tabadé" (mercado de la tarde), tras mas de tres horas, conseguimos nuestros deseados tubérculos.
A casa de Mr Póh habían llegado su tío y otros familiares con un par de cerditos vivitos y coleando. En menos de 15 minutos habían dejado de juguetear por el jardín de la casa de huéspedes, descansaban sobre sendos troncos de madera convertidos en mesa de carnicero mientras eran limpiados para la cena.
Improvisaron una enorme barbacoa donde, estirados y atados con cañas de bambú se asarían los cerditos. El aliño estaba delicioso; por lo que pude entender y nuestro olfato nos decía, prepararon un majado con ajo, limoncillo, pimienta, cilantro y lao lao que untaron a los cochinillos con una brocha también fabriada de bambú.
En dos horas estaban listos para la mesa, tiempo justo y necesario para cocinar tres enormes tortillas de patatas en la cocina de leña. De nuevo las tortillas éxito total, de hecho Póh insistió en que le explicara la receta, había prestado gran atención a como las cocinabamos y despues de probarla decidió incorporarla a la carta de su futuro restaurancito en el ghest house.
El cochinillo estaba delicioso. Sentados sobre el suelo y acompañado de sticky rice, arroz cocinado en el interior de una caña de bambú, cervecita y lao lao, disfrutamos con toda la familia, niños y mayores, de una velada maravillosa.
Os dejamos un video de la barbacoa lao.
3 comentarios:
jajajaja "Habíamos cantado victoria demasiado pronto"....me gusta esta entrada....de vuestra búsqueda de patatas para hacer la tortilla....qué bien! =D Y la gente de Laos parece muy buena gente!
Nosotros tb vamos a hacer una tortilla de papas jejeje, eso si, con gazpacho!
Koldo
Pd: me acuerdo de vuestro encargo...
olééééé con esa barbacoa......como buen aficcionado a una barbacoa cn su"B",me ha gustao muxo esa brocha de bambú,me acaba de dar una buena idea jeje..,ke gente mas maja en Laos