19:28 |
Decidimos hacer nuestro camino hacia Chiapas bordeando el golfo de México pués allá se encuentra la ciudad de Mérida, ciudad que nos causaba interés e intriga debido a nuestro origen extremeño. La ciudad, de cerca de un millón de habitantes, nos devolvió por unos días a nuestra Extremadura debido a las construcciones que allá dejaron nuestros antepasados; iglesias de piedra, casas bajas de colores rojo, blanco y amarillo con sus molduras de color blanco. Nos sorprendió el hecho de que el fundador de la Mérida mexicana no fuera extremeño sino sevillano. Francisco de Montejo quién sorprendido por las "extrañas construcciones" que se encontró en el asentamiento, refiriéndose a las construcciones mayas, decidió bautizarla con el nombre de Mérida pues le recordó a las construcciones romanas de la Mérida extremeña.
La ciudad de Mérida hoy es la capital cultural de la península del Yucatán, repleta de museos y actividades culturales que llenan las plazas del centro de la ciudad.
Tras cuatro días pateando la ciudad con nuestros nuevos compañeros de viaje, pusimos rumbo hacia Campeche, de nuevo ciudad de arquitectura colonial situada en la costa del golfo mexicano, que nos sirvió de parada en nuestro largo camino hacia Palenque, otra de las joyas mayas de México y que tras visitarla nos dejó sin ganas de volver a pisar mas piedras en todo nuestro viaje. Y no porque no nos gusten las ruinas, sino porque estamos HARTOS de pagar entrada tras entrada y tasa tras tasa por entrar en ellas.
En Palenque cojimos fuerzas entre copitas de mezcal "con gusano rojo" y cervecitas, Corona para mí y Negra Modelo para Mercedes, para cruzar la Sierra Madre por carreteras atestadas de "túmulos", baches y curvas para llegar a otro de nuestros destinos preferidos del viaje... San Cristobal de Las Casas, en el estado de Chiapas.
Actividades culturales en la plaza mayor de Mérida Interior del museo de arte contemporáneo de Mérida Exposición exterior del museo de arte contemporáneo de Mérida Campeche Centro de Campeche Ruinas mayas de Palenque
22:03 |
Templo de Kukulcán, Chichén Itzá Cuentan los relatos mayas que Kukulcán llegó a la península del Yucatán desde el mar, en su nave para fundar su civilización. Para los mayas fué el dios creador del universo según el Popol Vúh, libro sagrado maya. También dios del viento y otros diferentes que se mezclan en las diferentes creencias de las diferentes civilizaciones que ocuparon la zona.
Es por esta razón por la que algunos historiadores dan lógica al sometimiento del pueblo maya ante los españoles, y dan sentido la invasión y ocupación de mesoamérica, pues los mayas pensaron que cuando llegó Hernán Cortés a la península quién realmente llegaba era Kukulcán con su armadura y su aspecto físico, llegando con su nave desde el mar.
Este dios fue muy importante para los mayas, tanto es así que construyeron multitud de edificios en su honor, uno de ellos el famoso templo de Kukulcán en Chichen Itzá, actualmente una de las nuevas siete maravilllas del mundo.
Era tanto el conocimiento de matemáticas y astronomía de los mayas que consiguieron orientar el templo de Kukulcán de manera que durante los equinocios de verano y de otoño, Kukulcan, en su forma de serpiente plumada baja desde la cúspide de la piramide de la gran plaza de Chichen Itzá. Se trata de un efecto producido por las sombras y las luces en esa época del año.
La ciudad de Chichén Itzá es un autentico misterio en sí misma, tal y como lo es la cultura de los antepasados americanos. ¿Cual fué la razón por la que abandonaban las ciudades cuando alcanzaban su máximo explendor?
La noche se hizo en la ciudad maya, en la magia nocturna conocimos a los que se convirtieron en nuestros compañeros de viaje durante 10 dias. Mano, Mercedes y María se subieron a Hilda para hacer con nosotros un recorrido por la península del Yucatán pasando por las ciudades de Mérida, Campeche, Palenque para acabar en la preciosa y rebelde ciudad de San Cristobal de las Casas, en el corazón de Chiapas.
Mercedes, María, Dan y Mano
20:06 |
Rodeados de cocoteros, hoteles todo incluido, restaurantes y bares lounge, pijos y horteras de vacaciones en el caribe, decidimos hacer un homenaje a nuestra tradición culinaria.
Linda Hilda nos susurró al oido que podríamos conseguir pimientos del piquillo y pan rallado en una de las grandes superficies comerciales de la zona, en la sección de comidas internacionales, allá donde tienen hecho un gran hueco a productos españoles.
Y así fué, aceitunas manzanilla, bonito del norte, lentejas pardinas, aceite de oliva y hasta pimentón de la vera se podían adquirir para nuestra sorpresa y satisfacción.
El día de playa iba a ser completo. Conseguimos dar a esas playas caribeñas tan bonitas de arena blanca y mar azul turquesa un punto glamuroso de verdad, solo nos faltaban la nevera y las sillas de playa porque el resto estaba todo, cervecita fresquita del frigo de Hilda y el "tapergüele" repleto de filetes empanados y ensaladilla rusa que nos curramos en la furgo... ¡toma ya! eso si que es un día de playa, rodeados de pulseritas y guiris rojitos como cangrejos y nosotros con nuestra ensaladilla y nuestros filetes "empanaos" para darle a las playas caribeñas de México el punto que se merecen.
19:55 |
Cruzamos Belice de sur a norte para llegar hasta el puesto fronterizo del Subteniente López. En la zona franca nos habían comentado que había un gigantesco "Duty Free" donde podríamos hacernos de provisiones para nuestro viaje por México... 3 botellas de ron añejo de 4 años de Flor de Caña (el ron mas rico que hemos probado nunca y al que nos hemos aficionado) y dos botellas de "Juanito caminante" por menos de 20 € en total, ¡las botellas de ron nos costaron menos de 3€ cada una!
Nuestra ruta comenzó en uno de los pueblos que quedó gravemente afectado por el huracán Dean hace ya unos 8 años, Mahahual, y que todavía se deja ver en el paisaje. Bosques de árboles secos y partidos a la mitad y el abandono de resorts y edificios en construcción dan la sensación de haber llegado a un pueblo semifantasma que algún día tuvo que ser un lugar repleto de turistas con pulseras de "todo incluido". La tranquilidad del mar caribe, con la barrera de coral al horizonte protegiendo a la playa de las olas, hace impensable que de vez en cuando pasen por aquí devastadores huracanes y tormentas tropicales.
En un par de días continuamos hacia el norte de la península del Yucatán recorriendo la riviera maya. Tras las visitas a Playa del Carmen y Tulúm entre otros, los famosos centros turísticos del caribe mexicano, acampamos con nuestra Hilda en las playas vírgenes y salvajes, allá donde afortunadamente no han llegado los resorts, de la reserva de la biosfera de Sian Ka'an, un lugar paradisíaco donde, acompañados de ron y cocoteros hemos pasado cerca de 10 días viviendo como hippies y reponiéndonos de los duros y lluviosos días que pasamos durante nuestros últimos días en Guatemala.
Playa de Mahahual Dan bajo el cocotero en una de las playas de Tulum
Lugar donde acampamos en la reserva de la biosfera de Sian Ka'anPlaya en la que amanecíamos durante nuestros dias en la reserva
1:58 |
Los estremecedores rugidos de los monos aulladores, los silvidos de cientos de pájaros y los sonidos de insectos irreconocibles a nuestros ojos despiertan la selva del Petén, allá donde los mayas decidieron instalar una de sus ciudades, Tikal. El verde esmeralda de la selva junto con los colores de pericas, loros y tucanes llena de esplendor y vida la antigua ciudad maya. Venados, monos araña, pizotes, pavos y hasta panteras conviven conscientes de los numerosos turistas que se acercan atraidos por los encantos de la antigua civilización americana.
Las empinadas escaleras del templo IV nos llevan a la cúspide de la pirámide para divisar la belleza de las pirámides de la gran plaza. Pero la selva no pasa desapercibida y es ella la que cobra protagonismo desde lo alto de las antiguas construcciones mayas, donde la vista de la vaporosa jungla se mezcla con el ruido de los animales para hacer la visita al lugar sagrado maya realmente impresionante.
Tras pasar noche entre aullidos de monos y otros tantos sonidos de animales, en la espesa y salvaje selva guatemalteca, nos dirijimos hasta la frontera con Belice, donde emprendemos nuestro camino hacia México, en concreto hacia la península del Yucatán para pasar unos días en las playas del caribe antes de visitar Chichen Itzá, la joya maya mexicana y después volver a reunirnos con Koldo, pero esta vez en México, en el estado de Chiapas.
PD. Hemos intentado hacer un video de la selva de Tikal... pero hemos tenido problemas con el maldito windows así que tendrá que ser en otro momento cuando consigamos arreglar el programita de los coj...
Dan y David en la Gran Plaza Hilda en la selva La impresionante selva guatemalteca con la pirámide III y la gran plaza de fondoVista desde la pirámide IV
19:20 |
De nuevo el viaje toma su propio camino y nos lleva donde decidió el azar. La libertad de decidir si tomar rumbo norte o sur nos llena de vida y de ganas de que nuestra aventura por el mundo no acabe nunca.
Al llegar al lago Atitlán se nos presentó una dificil decisión pues uno de los habitantes de San Marcos La Laguna nos comentó que predecían entre cinco y diez huracanes para el mes de agosto y nos daba tan solo unos días para buscar refugio antes de que las tormentas tropicales o los huracanes lleguen a centroamérica.
Se nos presentaban dos opciones. La primera consistía en cruzar Honduras, Nicaragua y pasar por Panamá para refugiarnos en el sur de Costa Rica, donde aunque mas dificil no nos aseguraban que los huracanes no llegasen. La segunda, cruzar el sur de México pasando por la riviera maya en busca de buen tiempo para disfrutar unos meses del país, y ya de paso descubrir los encantos de los estados del sur de Estados Unidos y así poder decir que llegamos a ver el Gran Cañón, donde tantas películas del salvaje oeste han tenido su telón de fondo.
En principio no me hacía mucha gracia ir a EEUU, pero después de pensarlo decidimos aventurarnos en la opción 2. De hecho es una gran oportunidad para conocer y así poder criticar con conocimiento de causa el país mas conflictivo del mundo.
La decisión fué tomada en este sentido debido a que ir al sur nos dejaba estancados en el sur de Costa Rica, con la incertidumbre de los huracanes, pues aunque no es seguro de su ocurrencia los datos que se manejan en internet presagian una temporada bastante complicada. Se nos ocurrió intentar cruzar hasta Colombia para así llegar hasta Brasil con Hilda, nuestra última parada antes de la vuelta a Europa, pero el problema se nos hacía aún mas gordo pues cruzar el Darién por la selva, sin carreteras, con la guerrilla colombiana amenazando, lo hace muy peligroso y la única opción es pagar cerca de 1000 € para cruzar en ferry... vamos inviable para nuestro bolsillo.
Además, en el caso de que los huracanes llegasen al golfo de México, las infrestructuras del país, con buenas carreteras y mucho mas preparados para los huracanes que sus vecinos, nos permiten la posibilidad de buscar facil refugio en el caso de la aparición de los mismos.
La decisión está tomada, nos aventuramos por el pais Mexicano, mas de 3500 km de sur a norte por el pais de Cantinflas, el chile con carne, la cultura maya, el revelde estado de Chiapas y las paradisíacas playas del caribe de la península del Yucatán, un pais lleno de lugares interesantes antes de llegar al pais del "sueño americano", los espaldas mojadas, las torres gemelas y tantas y tantos acontecimientos que lo hacen protagonista dia a dia en las noticias internacionales.
17:47 |
Nuestro objetivo pasaba por llegar a Tikal, el orgullo turístico de Guate, la majestuosa ciudad maya. Para ello teníamos que cruzar las montañas del país y atravesar la caótica Ciudad de Guatemala. El día no comenzaba bién, la lluvia insistía en su intención de echarnos atrás y la carretera se hacía casi impracticable, los derrumbamientos apenas dejaban espacio en el camino para un vehículo entre el escalofriante acantilado y la pared de la montaña. El tráfico cada vez se hacía mas intenso y, tras varias horas "manejando", solo habíamos recorrido una treintena de kilómetros. Al fin llegamos a Gaute. Teníamos que parar, habíamos "agarrado" la que se suponía era la dirección correcta pero, como siempre pasa en esta ciudad, la habíamos cagado, nos habíamos metido por la salida equivocada.
- Disculpe señor, ¿como hacemos para "agarrar" la carretera hacia Rio Hondo?
- Eeeeee, pues mire, como que si se lo explico va a ser muy complicado para usted, así que no tenga pena y sígame.
Pero ahora era Hilda la que no quería seguir, se había averiado el motor de arranque... Desesperados, sin saber dónde buscar a un mecánico, conocimos a Efraín, quien estaba esperando a que su cuñado le arreglara el coche pues también se había averiado en la gasolinera. En cuanto dispuso de su auto de nuevo, no se lo pensó un momento y se fueron a buscar a un mecánico para ayudarnos. En nuestra espera al mecánico conocimos a Demaris y su marido Fernando, una pareja guatemalteca que también había tenido problemas con su "carro". Al conocer nuestra historia y el problema de nuestra Linda Hilda, nos invitaron a comer a su casa y nos ofrecieron su ayuda incondicional en caso de que los necesitásemos. Entre tanto, Efraín y su cuñado volvían a buscar al mecánico para presionarle. Estábamos atónitos ante tanta amabilidad y simpatía.
Por unos pocos "pesos" nos habían conseguido reparar el motor de arranque, así que después de besos y abrazos de despedida a nuestros nuevos amigos empredimos de nuevo nuestro viaje...
- Fssssssssissss!!
- Dan, ¿has escuchado eso?
- Creo que ha sido la bombona de gas...
Así era, la valvula de seguridad de la botella había dejado salir el gas sobrante, "resién" habíamos llenado la botella y nos habían metido demasiada carga... ahora teníamos un escape de gas. Preocupados por este escape, buscamos el centro de carga de gas para que nos revisaran el sistema. Conseguimos encontrar el lugar casi sin problemas, pero al llegar nos dicen que ellos no pueden hacer nada, que allí sólo rellenan las botellas. Suponemos que al ver nuestras caras después del largo y duro día de problemas les dimos pena. Se apiadaron de nosotros y en pocos minutos se acercan a nosotros y nos dicen que esperemos un ratito que verán si se puede solucionar. Pasado el ratito, todo reparado, "Para servirles, para servirles" y todo sin querer cobrarnos nada.
Con Hilda a punto conseguimos conducir una hora antes del anochecer. Cansados, paramos en una gasolinera para preguntar si sería posible aparcar y dormir en su estación, "Estación Puerta de Oriente"
-¡Como no! Sería un placer tenerles acojerles y que pasaran la noche con nosotros. Tienen agua, comida, duchas, todo lo que necesiten y podamos ofrecerles no duden en pedirnoslo.
Y de nuevo, todo sin cobrarnos nada en absoluto.
Las personas que hemos conocido hoy han convertido un día pésimo en un día que recordaremos toda la vida, y no precísamente por los problemas. Hoy, gracias a las magníficas personas que hemos conocido, nos acostamos con una gran sonrisa en la boca.