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Hoy hace un año que ilusionados, nerviosos y expectantes ante nuestro futuro próximo nos subíamos a un autobus en Elvas, con nuestras mochilas a los hombros, que nos llevaría a recorrer el mundo.
Desde entonces hemos recorrido 11 paises, hemos pisado África, Asia y América, hemos conocido muy diferentes culturas, hemos aprendido mucho y definitívamente nos hemos transformado en diferentes personas.
Durante un año nos hemos convertido en observadores del tiempo y la sociedad, hemos descubierto lo valioso que es nuestro tiempo, tiempo que en multitud de ocasiones lo hemos vendido muy barato. Nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las veces no somos conscientes de nuestro presente, que nuestra vida se convierte en preocupaciones sobre el futuro y en recuerdos del pasado sin tener en cuenta y darnos cuenta que, como nos decía nuestro amigo Mano, la única y "pinche" realidad es el momento en el que estamos viviendo.
Al contrario de lo que pensábamos, viajar durante 365 días no nos ha resultado nada dificil. Dormir en un sitio diferente cada cuatro días como mucho, buscar donde comer, luchar con taxistas, ganchos y buscavidas con una mochila de 15 kilos a la espalda, después de largas y duras horas de viaje, a las cuatro de la mañana, en un lugar completamente desconocido, no nos ha quitado las ganas de viajar, sino todo lo contrario, es la esencia del viaje y lo que nos ha enganchado para siempre.
Llevamos un año disfrutando de cosas tan simples como observar a la gente pasar, observar la naturaleza, sentir el aire que respiramos y la brisa del mar, los paisajes y todo lo que nos rodea.
Nos hemos dado cuenta de que no queremos volver a dejarnos llevar por la vertiginosa marea del consumismo de nuestra sociedad europea, dejar de preocuparnos por las banalidades que nos presenta la vida, y que no tienen ninguna importancia en el esquema de lo que nos acontece día a día y, por supuesto, no dejar pasar las horas del día sin aprovechar y exprimir al máximo cada minuto que pasa.
Esperemos poder cumplir éste, nuestro nuevo propósito, al regreso, que no será el punto final de nuestro viaje sino un punto y a parte.
Hoy, tenemos fecha de vuelta, el dinero se nos acaba, pero aún nos quedan dos meses y algo en nuestra aventura, recorreremos el golfo de México en nuestro retorno a Belice donde disfrutaremos de un mes de playas paradisíacas mientras intentamos vender, con mucha pena, a nuestra Linda Hilda y así poder poner la ginda al pastel con 15 días de "vacaciones" en Salvador de Bahía, Brasil.
Desde entonces hemos recorrido 11 paises, hemos pisado África, Asia y América, hemos conocido muy diferentes culturas, hemos aprendido mucho y definitívamente nos hemos transformado en diferentes personas.
Durante un año nos hemos convertido en observadores del tiempo y la sociedad, hemos descubierto lo valioso que es nuestro tiempo, tiempo que en multitud de ocasiones lo hemos vendido muy barato. Nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las veces no somos conscientes de nuestro presente, que nuestra vida se convierte en preocupaciones sobre el futuro y en recuerdos del pasado sin tener en cuenta y darnos cuenta que, como nos decía nuestro amigo Mano, la única y "pinche" realidad es el momento en el que estamos viviendo.
Al contrario de lo que pensábamos, viajar durante 365 días no nos ha resultado nada dificil. Dormir en un sitio diferente cada cuatro días como mucho, buscar donde comer, luchar con taxistas, ganchos y buscavidas con una mochila de 15 kilos a la espalda, después de largas y duras horas de viaje, a las cuatro de la mañana, en un lugar completamente desconocido, no nos ha quitado las ganas de viajar, sino todo lo contrario, es la esencia del viaje y lo que nos ha enganchado para siempre.
Llevamos un año disfrutando de cosas tan simples como observar a la gente pasar, observar la naturaleza, sentir el aire que respiramos y la brisa del mar, los paisajes y todo lo que nos rodea.
Nos hemos dado cuenta de que no queremos volver a dejarnos llevar por la vertiginosa marea del consumismo de nuestra sociedad europea, dejar de preocuparnos por las banalidades que nos presenta la vida, y que no tienen ninguna importancia en el esquema de lo que nos acontece día a día y, por supuesto, no dejar pasar las horas del día sin aprovechar y exprimir al máximo cada minuto que pasa.
Esperemos poder cumplir éste, nuestro nuevo propósito, al regreso, que no será el punto final de nuestro viaje sino un punto y a parte.
Hoy, tenemos fecha de vuelta, el dinero se nos acaba, pero aún nos quedan dos meses y algo en nuestra aventura, recorreremos el golfo de México en nuestro retorno a Belice donde disfrutaremos de un mes de playas paradisíacas mientras intentamos vender, con mucha pena, a nuestra Linda Hilda y así poder poner la ginda al pastel con 15 días de "vacaciones" en Salvador de Bahía, Brasil.
2 comentarios:
ay qué bien: mi amiga brasileña me dice que bahía es la mejor zona en el país para visitar. tiene que ser impressionante. felíz cumpleaños del viaje y que os vaya bien en la vuelta a belice dan y david xoxoxoxo
CHICOS!!! Y TODO LO QUE HEIS VIVIDO!!!???
GRACIAS A ESTE VIAJE, AL MENOS NOSOTROS NOS HA DADO LA AYUDA NECESARIA PARA SABER VIVIR LA VIDA Q NOS QUEDA EN NUESTRA TIERRA. QUE POR CIERTO!! UNA FAENA MAS QUE TENEIS EN BUSCAR BILLETE RUMBO A BARCELONA!! EL VIAJE NO PARA!
BESOS GUAPOS
SUERTE CON LA VENTA!